22/12/09

Presentación...

¿Qué mejor manera de comenzar? ¿Verdad querido amigo?
¿Qué mejor manera de narrar una historia que empezar por su final?
Pues este poema inicial, es el canto de un alma (la mía), dolida por un amor imposible y un arrepentimiento tan absurdo como incomprendido por mi mismo.
Pues después de mucho razonar, divagar, sufrir, esperar, intentar olvidar, luchar, volver a empezar...
He descubierto ( o eso creo, en realidad estoy cada vez más convencido de que nunca descubriré nada de lo que atañe a mi propia persona), que amo a un ser inventado, quizás por una necesidad de perfección no encontrada en ningún ser humano. Idealizado hasta la saciedad, quizás por la distancia y el desconocimiento, pero pese a ello, amado.
Lo más curioso de todo es que tenía dicho ser, ¡pude tenerlo!, y no lo quise...
Lo desprecié sin saber lo que hacía, y ahora me arrepiento (tal vez más de lo que nunca pensé que podría arrepentirme).
Su recuerdo quedó en mi, como volutas de un perfume magnífico, como viejas brisas casi olvidadas.
Y de pronto, estalló la tormenta, mi tormenta...
El recuerdo del ser amado (ahora sé que es amado), se inflamó, cubrió cada parte de mi ser, ¡con una fuerza!, que podría tildarse de furia.
Ahuyentó espectros de vidas pasadas y presentes, dejando hueco, tan sólo, para un futuro imposible y poco halagador.
Y pese a todo esto, seguí mi camino (sin poder olvidar al ser que tan flamígeros impulsos despertaba), ¡pero todos los malditos caminos llevan a Roma!
Por más que dirijo la mirada en vastas direcciones oblicuas a la prohibida...
Una y otra vez me arrecian los vientos que vienen llevando su nombre...

2 comentarios:

  1. Africano! Encantado de seguir tu blog y de compartir, ahora también contigo, historias y palabras!
    Suerte en esta nueva senda, que espero que camines mucho y dejes en cada paso, una semilla propia, como siempre con tus rasgos y carácteres.
    Te aprecio un montón, lo sabes!

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  2. Muchísimas gracias Edgar, supongo que a través de ambos blogs podremos mejorar nuestros conocimientos del otro!, y ayudarnos mutuamente!
    Un beso Edgar, sabes que yo también te aprecio, y mucho.

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