23/2/10

Hoy va a ser un extraño día, jornada de capitulaciones.
Todas las indescriptibles palabras toman forma.
Figuras que aún no descifro con claridad, en sombra,
"Shapes" que diría Lorca viviendo en Columbia.
¡Qué fácil me resulta dar consejos!(sin practicarlos)
Hermosa mañana de sol canario, de calor isleño.
¡Pero hay un hedor de estancamiento!
Una putrefacción malsana provocada por la quietud.
Causada por la falta de TODO, ¡hasta de ánimo!
Y no se acostumbra el olfato por años que pasen...
De suerte, aquí, hay mucha gente que no lo tiene.
¿Por qué, en ocasiones, soy tan perezoso?

20/2/10

Una estrella cayó del cielo,
Portando un mensaje divino.
Dádiva para pobres de alma,
Y parco regalo para los ricos.

Una estrella sangró su brillo,
En parte para salvar mi trono.
Esa locura que a veces me alcanza,
En parte para intruirme sólo.

19/2/10

Hoy

Unos días de locura sana, unos días de ingravidez somnolienta.
Aquí estoy de nuevo, descargando algo en algún sitio no muy concreto ni ciertamente íntimo. Pero llegados a este punto, ¿qué habría de inportarme la intimidad de mis relatos?
Acaso no he expuesto ya, largo y tendido, toda clase de sentimientos y espectros de sentimientos en prosa y en verso, y también, simplemente explotando...
¡Pue eso!, a seguir en este desahogo de hermosos destellos y retorcidas figuras.
Resulta que el mundo no gira a mi antojo, ¿podéis creerlo?, y hay infinidad de detalles que escapan a mi control. Cometo errores que no puedo enmendar, y errores sin enmienda acometen contra mi...
Es serio, pues ciertos elementos que deberían estar bajo mi control directo...he aquí que se hallan en efervescencia pura, ¡al puro albedrío!
¡A lo que quiera la Providencia!, y no pienso tolerarlo...
No puedo ni debo consentirlo...
¿De qué modo han resbalado estas riendas de mis dedos?¿cómo perdí el estribo y la fusta?
¿Qué hacer con las intuiciones y las sensaciones de que algo va mal?
¿Y si no quiero ver que algo va mal...?
Algo perturba el aire, algo que me hace sentir viejos temores.
Un olor a tormenta de engaños y olvidados rencores.
Una percepción expansiva de un "derruir", de un "llorar"...
Y la certeza, débil, pero certeza...
¡De que algunas lágrimas me quedan por derramar!

15/2/10

Tres Cabezas

Nívea hermosura rebosaban sus tres cabezas.
Colgaban de sus cuellos collares de huesos humanos,
Y el tintineo que las acompañaba era...
Un silbido de gritos lascivos y blasfemias.
Efímera resistencia pude ofrecer al verlas,
Y aparecieron en una noche sin luna, ¿o era de luna llena?
Sólo recuerdo que era de noche, como casi siempre...
Casi siempre me espiaban las tres, y yo lo ignoraba.
¡Hasta esta noche!, ¡esta noche las he visto!
Entre las esquinas de mi cuarto y las rendijas del cielo opaco.
Esta noche, ¡y ésta de veras sin luna!
Quizás iluminada por algo no tan sano como su brillo de plata.
Pero las he visto, y ellas me han ofrecido favores...
Me han convenido a ser su siervo, a cambio de ciertos dones.
¡Cabezas harpías! ¡hermanas del desastre y la muerte!
Sierpes envenenadas cargadas de no sé qué ponzoña...
Giro mi rostro y dándoos la espalda me siento seguro.
Ebúrneas bellezas , cuernos celestiales de blanca arena...
Llaves que no abren puertas y que cierran algunas.
Esfinges de preguntas sin respuesta y de falsas promesas.
Almas de hombres en cadenas gruesas de galeones perdidos.
Y la fez de "Legión" en cada una de ellas...
"Multitud" de siluetas evanescentes e incorpóreas...

¡He aquí el regalo de las tres cabezas!
La maldición que portan como presente...
Así que no aceptaré su oferta, seguiré mi camino.
Aprenderé a vivir sin el don que me silban al oído.
Esta noche sin luna amarro mi destino y sus testas,
Con la promesa de un andar abierto a la sorpresa.
Abierto a el aroma de las floras y al de la muerte,
Al dulzón perfume del amor, y al dolor de la risa nerviosa.
Mirando a esa blanca tela abombada, tachonada de estrellas negras.
¡No prometo olvidar el rencor y la venganza!,
(No me gusta mentir, no suelo hacerlo...)
¡Ni tan siquiera puedo prometer frenar mi lujuria!
Sólo puedo decirle al viento, que todo se lo lleva,
¡Cumpliré!¡Seré digno!
Y tras mi senda vendrán muchos caminantes...
(Y de los dones ofrecidos no digo nada...¡qué cada cuál mire por su cabeza!)

Eco de Bronce

No puedo dormir...
Suenan seis campanadas y yo no puedo dormir...
Tienen un eco de bronce, algo recio, nada arrobador.
¿De dónde proviene?, ¿Por qué me perturba?
Mi alma se moldea a mi gusto, demostrando así su firmeza,
Su entereza de cientos de años y algunos miles de cambios.
Suenan seis campanadas y yo no puedo dormir...
Y mi voluntad se doblega (como siempre) a la poesía,
A esa inefable pasión casi prohibida o casi sagrada.
Me asaltan las líneas pararelas en plena noche,
Cuando apenas puedo defenderme, ¡casi desnudo!
Mas yo me levanto y las enfrento con un vigor algo somnoliento.
Una vigilia de condenado a tintas forzadas,
Pepetua es la condena, ¡eso ya o sabéis!,¡lo habéis sentido!
Quizás al amar...quizás al perder un amigo...
Ahora podréis comprender de qué hablo, de qué escribo,
Pese a no entender aún la charla de los caracoles.
Mientras quede Luna en el cielo de las estrellas lloronas,
Y no me sorprenda demasiado temprano el nuevo día.
Aquí bailaré con los sátiros de Morfeo, su temible danza...
Y la misma Terpsícore se sentirá humillada.
Ya se apaga esta oda, pronto termina esta cruzada.
Pues han sonado ya siete veces las campanas.
Y creo que ya puedo dormir...

13/2/10

Sólo Silencio

Sólo quise darte un sentir,
Sólo quise regalarte un feliz mañana...
Aparté sombras y tempestades a un golpe de mano,
Y tan sólo recibí silencio...
¡Qué me importa! a mi, que tengo el futuro,
Y aún más, el presente encerrado entre mis dedos.
A mi...a mi que puedo dibujar el sol sin quemarme,
Yo que perforo con mi vista los más densos parajes.
Atraigo a la luna a mi seno y la hago mía,
Esa luna de estaño que tan lejana parece...
Ordeno los planetas a mi guisa, ¡como yo quiero!
Y si yo quiero la tierra se para y los demás giran...
Miro a las estrellas y éstas refulgen menos,
Su brillo se torna casi opaco, ¡no pueden sostener la mirada!
Y tan sólo recibí silencio...¡tan solo!
¡Yo!, ¡yo que abro mil cajas de Pandora cada día!
Y los demonios de su interior se quedan bien quietos.
Temen mi poder, la fuerza de mi pluma harpía,
El dolor de una venganza en forma de poesía.
¿Cómo no temer semejante muestra de castigo?
La inmisericorde condena de un fallecer contínuo...
Día tras día, lectura tras lectura, una y otra noche.
Fenecer para siempre por siempre en la mente de todos,
"Pues no creáis que por poeta se es más candoroso"
Pues del mismo modo que puedo alar las rocas.
Puedo anudar el mar y dejar que se seque...
Romper el cielo con olas de tinta sólida y maligna.
Y el aire quemarlo con tan sólo un soplido...
He aquí el poder que Thot nos dió a los escritores,
El divino don de los poetas otorgado por las Musas.
Arma de doble filo...¡como muchas lenguas!
Y siniestro destino escrito por Hermes...
Pero no me lamento, ¡o me lamento cuando estoy solo!
Cuando ningún mortal puede oir mis herejías...
Los Dioses sabrán perdonarme,¡si es que me oyen!
Y será mejor que no lo hagan o habrán de ofenderse...
Trismegisto, ¡ese será mi nombre ahora!
Una por "mens" y otra por "corpore sano"
Y la última por tener la virtud de saber describir la belleza...
Trismegisto...y tan sólo recibí silencio...
¡Tres veces grande!, y tres silencios de blanca...
"Cambio mi Reino por un caballo..."
O mejor...yo mismo crearé el equino, ¡uno casi humano!
Uno que comprenda mi vuelo y sepa quererme,
Con el poder de hablar con tino y dar consejos.
Capaz de impulsar mi carro hacia el arco celeste.
Él será mi guía cuando vaya al infierno,
¡Y no echaré de menos ningún filósofo allí!
Interpretará mis videncias con asombroso acierto,
Será el faro de las pasiones que dicte mi vida...
¿Acaso no lo he creado ya, esta noche de desvelo?
Con la pesadumbre y la jocosidad del alba que llega,
Bipolar como nuestro camino entre los años...
¿Versículo libre?¿Poema en prosa?¿Prosa poética?
¿O simple regalo del poeta al perro que no entiende?
Quizás lamento de siglos plasmado de forma automática,
Casi sin propiedad del acto, poseído por almas extrañas.
Yo no lo sé...tan sólo sé que recibí silencio...

12/2/10

El niño gustaba...

El niño gustaba de prosas simples,
Más que prosas, podrían llamarse rimas nada complicadas...
"La noche en sus brazos dulces le mecía,
Y en su oscuridad, abrazarle parecer quería"
¡Esto le agradaba!, y no la complejidad del perfume.
No apreciaba sus taninos, ¡y casi le ofendían!
No es culpable...de serlo, casi todos lo serían.
¿Acaso no es verdad que el aroma no es para muchos?
El extracto entrelazado de mirra y humo de hoguera.
Bataholas y espirales, líneas convergentes y ángulos.
Colores vivos...¡y muertos coloreados de tinta!
La espesura de la prosa sin reglas, sin medida...
El bosque de rimas infectas de una libertad muy pura.
No es para todos...a muchos no les concierne...
No se comprende lo que no se ha visto.
No se puede entender lo que nunca ha existido.
Sin embargo...algunos lo captan, lo huelen...
Lo aspiran en el aire nocturno, y lo saborean con deleite.
¡Es para ellos el Auténtico Reino de los Cielos!
El verdadero Reino que no anunció ningún profeta.
¡Tan sólo lo predijeron algunos videntes...!
Unos desde el Infierno y los más, desde el limbo.
Y el niño no lo veía...no podía verlo...
¡Y no se le culpa por ello!
¿Cómo acusarle de gozar de las rimas comunes?
¿Cómo recriminar ese deseo de simpleza tan divino?
("En la sencillez hallarás la perfección")
¿Quién podría ignorar la belleza de algo sencillo?
Yo no la ignoro... ¡y no le recrimino!
Disfruto como muchos del sabor de un don divino.
¿Don?, ¿Rima sencilla?, ¿Cómo me atrevo?
¿Cómo cuestiono la altura de tan antiguos versos?
No la cuestiono, ni la pongo en entredicho...
Tan sólo valoro la libertad que encierra la prosa,
El albedrío tan alegre que desprenden las plumas,
¡La noches tan locas que me brinda la poesía...!
(¡Unas rimas para el infante que estará medio dormido!)

"Quiero darte un poco de mi alma,
Un pequeño regalo de pobre a rico.
Quiero regalarte mi corazón de plata,
Y recibir a cambio el de oro tuyo.

Esta noche te diré te amo al oído,
Mientras la luna nos abraza y nos mima.
Esta noche de lujuria te haré mío,
Mientras nos besan estrellas y rimas.

Con esta sencillez tan ingenua, rimo,
Y con mis versos pretendo que me ames.
Lo conseguiré, con la ayuda del cielo,
Y tu amor hará que nunca nos separen.

Termina aquí la banal poesía,
La sencillez austera de esta omilía.
Con un beso y una rima me despido,
Y con una promesa de amor eterno."

De esta guisa son las rimas que él prefiere,
O quizás algo mejores y musicales...
Lo cierto es que no es mi estilo, no me llenan,
Aunque algo de ellas arrastro al escribirlas.
-Espero no volverme musical-, (disculpa Verleine)

No lo haré...prefiero una senda distinta,
Un camino de luces y sombras,
De calderos de hojalata sobre narcisos rotos.
De montañas desplomadas sobre mares de cera.
Una miríada de estrellas negras sobre un fondo granate,
Y una noche con tres lunas y un corazón de fuego.
Un disparate de bailes y fogatas azules iridiscentes.
Un sonar de timbales como cañonazos de carabela.
Pájaros hendiendo el cielo con sus puñales en forma de pico.
Videntes y futuros inciertos a fuerza de sueños.
Canes derramados sobre sus barrigas, creciendo en ellos el trigo.
Un ojo enorme que no ve nada, ¡sólo huele!
Una certeza de grandeza que no puede sino ser cierta.
Un...¡no me importa morir de amor, ni morir de rabia!
Simplemente un camino de vida y de muerte, sin suerte...
No hay suerte para los sabios ni para los más necios.
Esta es la senda que más me convence.
¡Que cada uno escoja la suya!, ¡sin juzgar la de enfrente!

11/2/10

La Primera Alondra

Las noches de la alondra...
Las cabriolas incesantes,
El vaivén de las vidas y las alas.
Retorno a viejos temores,
Y vuelta a un juego ya perdido.
El corazón en las manos,
Una niebla envolviendo los ojos.
Los oídos, por supuesto, sordos.
Y el tacto sólo tiene un destino.
El gusto de caer de nuevo...
Dejar a un lado recelos y errores,
¡No es posible!, ¡No puede serlo!
Es la noche de la primera alondra...
¡Esta es suya!, ¡Hasta que amanezca!
Así que más cabriolas y vuelos rasos...
Cae el sol y con él, la cordura.
Y empiezan los gritos de las aves nocturnas.
Unos alaridos, "por algún que otro tejado".
Algunas luces taciturnas y quedas,
Y en los ricones, algún que otro gato.
Mirarse no es tan fácil, según el espejo.
Y en las noches aladas resulta aún más difícil.
¿Cómo ver el rostro que quieres ver?
¿Cómo ver esa cara que no se refleja?
Es el nacimiento de la primera alondra...
Y vuela bajo de niña, por ser la primera.
Sobra decir que llegará muy lejos,
Por ser ave de migraciones perpetuas.
Romped la bóveda del cielo, ¡esa de cera!
Esa combada muestra de pequeñez humana.
Rasgad el cielo con trinos en forma de rayos,
Y que los hombres no puedan ignorar vuestro canto...
(Más cabriolas y algún que otro giro)
Bella locura...hermosa interpretación de un alma.
("¡Nunca me juzguéis por mis poesías!")
He aquí el crecer de la aves pardas,
Mientras la luna avanza sin piedad ni furia.
Metódica y zalamera, embaucadora de poetas.
¿No eras de plata para unos y de latón para los otros?
Incluso recuerdo oir que eras de nácar...
Yo no sé, tan siquiera, por qué vienes.
Pero no te puedo rechazar, ¡vienes recomendada!
Tienes cartas de Lorca, de Whitman y una privada.
Una que es para mi, ¡tan sólo yo puedo leerla!
Sólo yo conozco el nombre que contiene.
Así que sea bienvenida la luna nueva,
La nueva alondra, y también la nueva tarea.
Y se acaban los giros, las cabiolas y los vuelos rasos...
(Las aves recién nacidas se cansan con mucha facilidad)

7/2/10

Tan sólo una poesía

Tan sólo una poesía esta noche de cansancio prematuro...
¡Hoy toca algo de libertad en la pluma!

Miro, apenas sin ver...
Oigo, pero ya no sé escuchar...
Palpo, saboreo,
Y en todo esto no hallo sino un ínsipido placer.
Es sólo escribiendo que siento,
Que puedo soñar despierto y caminar entre sueños.
Es tan sólo con la tinta que cobro vida.
Sólo ella y uno o dos lienzos de puro blanco.
(Aunque hay veces que los sustituyen las teclas)
Vuelvo a nacer cada noche...
¡Pues es la noche la que me da alas!,
Ella me da sentidos y algo menos de locura,
¿Menos?, bueno, es cierto...¡quízás algo más!
Pero es una locura, si no sana, productiva y envidiable.
¿Quién no envidiaría a un poeta?
¿Quién en su sano juicio no celaría esta locura?
Nadie que pueda llamarse humano podría ser indiferente a ella...
¿Cómo no envidiar a Rimbaud, su infierno y su videncia?
O a Witman, con la hermosa franqueza de su hierba...
¿Cómo no llorar de amargura al no poseerla?
Yo, de suerte, la encuentro algunas veces.
¡No todas!, eso sería renunciar a su sorpresa.
Pero hay días que leo lo escrito en la noche...
Hay bellas mañanas que se oscurecen a su lado,
¡Esas son las buenas e insanas metas!
¡Esas las prosas agudas y las rimas que no perecen!
Me sonrío...
Y creo que tu lo haces si también escribes...
O quizás lo hagas tan sólo si lo entiendes.
No lo sé...pero yo sonrío...
Y en esa sonrisa loca se refleja todo lo que siento.
Y en cada pieza blanca pudes ver cuánto soy...
Siempre esperando a la noche, ¡siempre!
Y nunca llega antes la maldita, ni dura lo que debiere.
Llega tarde, se marcha pronto, y sólo me deja una sonrisa...
Habré de conformarme,plegarme a su actitud traviesa.
¿Qué podría hacer si no?, no puedo abandonar lo que necesito.
No puedo huir de lo que soy, lo que antes fuí, lo que habré de ser...
No puedo marcharme al onírico reino de Morfeo, ¡no sin verla!
Sería como morir antes de tiempo...
Y yo no quiero morir, no todavía, quizás nunca...
Y quizás no lo haga...

Sea cual fuere mi suerte...
No encontraré salud en las espigadas torres,
En las calles adoquinadas, pobladas de árboles metálicos,
En las quejumbrosas callejuelas, sucias y destartaladas.
Tampoco lo haré en los campos de rosas y amapolas,
Entre plantas y animales de toda especie o índole.
Sólo hallaré mi destino entre las vataholas del pasado,
Entre aquellos que conocen algo más del conejo y el sombrero.
Tan sólo en la punta de los pelos, buscando al mago.
Será aqui, cuando la noche se esfume y el rostro sea visible.
Cuando el cantar de las aves sea casi un grito que despierta,
Y no escuche el ruido del botar de las piedras en el río.
Las líneas de todos los poemas, las curvas de sus letras,
Una excelsa comunión de verbos y prosas tomarán forma.
Y de allí surgirá mi sueño, mi sueño y mi destino.
Abrazados uno del otro, inseparables...
Inquebrantables como la locura de cada noche,
Y las sonrisas de cada dia...